coditos con camarones
Rafael Monsanto:
"Que vaina, son coditos, no camarones".
Carlos Núñez: ¡"Anjá, no me diga, está bueno que te pase por ambicioso " !..
• Esta anécdota fue sacada del libro "Anécdotas de Periodistas y Comunicadores de Santiago, de la autoría del Licenciado Ramón Lora.
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana. El inquieto periodista Rafael
Monsanto se movía incesante en el salón de recepciones del otrora Hotel
Santiago Camino Real, donde la Asociación Interamericana
de Hombres de Empresas ofreció un almuerzo a la prensa con motivo de las
navidades del año 1983.
Monsanto, de figura enjuta y estatura normal, llegó a bordo de su
“apreciado” Yamaha 80, color rojo chino, su “compañero” de tantas aventuras
nocturnas en recodos de los suburbios de la parte baja de la ciudad, en los
cuales buscaban francachelas y damiselas. Aún, “El Viejo Mon”, como también le
llaman algunos amigos, hace alarde de sus encantos para atraer “féminas”.
Incluso, habla de cifras…!
Para esa época, Monsanto estaba muy bien ataviado. Vestía una
chaqueta color azul celeste, pantalón y zapatos negros, y en su faz mestiza,
bien rasurada, tenía una barbilla tricolor (rojiza, blanca y negra), de estilo
puntiagudo (peinada hacia delante), que llamaba mucho la atención.
En realidad, las actividades sociales forman parte del quehacer
cotidiano de los periodistas y de los comunicadores. En estos ambientes, se
producen chistes y situaciones indelebles que se convierten en historias
agradables, algunas; y desagradables, otras.
A ese tenor, “El Viejo Mon”, serrano de pura cepa, fue
protagonista de una acción que todavía recuerdan con estupor algunos
periodistas y comunicadores que estaban a su lado en ese momento.
Para ese encuentro navideño, definido como “fraternal” por el
empresario Domingo Valle, presidente de la Asociación , se preparó
un menú muy exquisito y muy atractivo. La actividad fue a “casa llena”, como
dice el refranero popular.
Serían las 2:00 de la tarde, cuando el periodista Carlos Ramírez
Báez, maestro de ceremonia, de manera muy pausada, convocó a los presentes a
disfrutar del “suculento manjar”.
Desde la fila, Monsanto divisó que había platos muy singulares,
entre ellos, uno que parecía camarones en salsa roja, muy llamativo, por
cierto. Cuando le tocó el turno para servirse, tomó una gran cantidad de
los supuestos camarones, cubrió gran parte de su plato y se dirigió muy
jubiloso a su mesa.
Ya preparado para degustar el primer bocado, se dio cuenta que eran
coditos y no camarones. En ese momento, sorprendido, mudó su vista para todos
los lados, y con cierta vergüenza, expresó: “Que vaina, son coditos, no camarones” .
Carlos Núñez, uno de los periodistas que compartía la mesa con él,
al escuchar su decepción, le dijo: ¡
Anjá, no me diga, está bueno que te pase por ambicioso !.
Monsanto, que ya se había “aplomado” unos tragos, rápidamente
volvió al bufet, pero, esta vez, actuó como un auténtico dominicano. Tomó un
plato y lo rebozó de moro negro, con lonjas de pechuga de pollo a la crema y
varias porciones de ensaladas.
Posteriormente, volvió a su mesa, degustó felizmente su almuerzo y
sonrió a carcajadas mientras acariciaba su abdomen. Después de todo, bien lo
dice el viejo refrán: “Nunca deje un camino real
por una vereda”.
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Rafael Monsanto es nativo de San José de Las
Matas. Director del periódico Santiago Digital, redactor de los noticiarios La Situación Mundial ,
Informativo 930 y Mundonoticias. Productor de los programas de televisión Sin
Censura y Contacto con el Pueblo.
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