El “lenguaje” de las
“guaguas voladoras”…
• Por Ramón Lora
SANTIAGO DE LOS
CABALLEROS, REPUBLICA DOMINICANA.-Las tradicionales “guaguas voladoras” que pululan por calles,
avenidas y callejones de este país, han “asumido” su propio vocabulario, el
cual está íntimamente relacionado con el estado emocional de sus chóferes y sus
conductores.
Para muchos dominicanos este lenguaje pasa desapercibido, pero
en su contexto refleja realidades relacionadas con el amor, la envidia, la amistad, el odio, las amarguras, los
resentimientos y la competencia personal, social y económica.
Es muy difícil encontrar una “voladora” que no tenga en sus
cristales, delanteros y traseros, leyendas alusivas a los temas antes
mencionados y la situación es tan interesante algunas expresiones se
han popularizado.
Para algunos de sus conductores es un placer decir a sus
pasajeros que sus guaguas “hablan” y los invitan a leer las expresiones que
tienen en sus vidrios, algunos de los cuales causan jocosidad y asombro.
Por eso, es común leer mensajes como: “No hable de mi que tu
hija puede ir aquí”, “llegó la rubia”, “nadie puede conmigo”, “pa’ que sufra”,
“morena ven que te espero”, “el sazón de la morena”, “que Dios me guíe” y
“llego el moreno”.
Asimismo, “llegó la
confortable”, “la envidia no mata pero mortifica”, “el Señor es mi Pastor”, “el
valor de un caído””, “tu agonía es grande pero tu muerte es segura” y “me caí,
pero me levanté”, entre otros.
Se ha comprobado que estas leyendas están muy vinculadas a
decepciones y a realidades socio-económicas y políticas que han vivido sus
conductores, sus propietarios o algunos de sus familiares.
Lo cierto es que las “guaguas voladoras” tienen su propio
vocabulario que, en la mayoría de los casos, resulta agradable para los
ciudadanos, especialmente para aquellos que utilizan su transporte.
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