martes, 27 de septiembre de 2016



EDITORIAL

¡ Macana, macana, carajo !...


Estamos saturados de drogas, crímenes horrendos y delincuencia. Para reducir estos flajelos es necesario modificar los códigos penales. Hay que eliminar de esos textos la libertad bajo fianza, en materia criminal; la libertad condicional y aumentar la pena máxima a cien años, para no decir cadena perpetua. Y si esto no funciona, ¡ carajo ¡…entonces debemos poner en ejecución  la silla eléctrica, la pena de muerte o para decirlo de una manera más civilizada, “el paredón”. Macana, macana, como decía un otrora contralmirante.

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