Anécdota..
Lectura de fin de semana
Tres Periodistas "ebrios" viajan
Lectura de fin de semana
Tres Periodistas "ebrios" viajan
a pie de Licey a Santiago
• Por Ramón Lora
SANTIAGO, REPUBLICA DOMINICANA.-Aquel
sábado de diciembre del año 1977, muy frío y lluvioso, comenzó a “calentarse”
después de las diez de la noche en el Montevideo Bar, del municipio de Licey, provincia
de Santiago, donde se celebró a “casa llena” el vigésimo aniversario del
noticiario La Opinión Ciudadana
y Sus Picotazos.
A
esa hora y al compás del merengue la Chiva
Blanca , interpretado por Vinicio Franco, uno de los cantantes
de la orquesta del maestro Rafael Solano, comenzó el fiestón y la algarabía.
El reperpero era tal que parecía
que los salones del Montevideo Bar iban a “reventar” por la pronunciada
concurrencia que se había “apiñado” en
el lugar para celebrar con fervor este acontecimiento social.
El anfitrión, Max Rodríguez,
propietario y director del informativo, mejor conocido como “Picotazo”, dotado
de su elocuente verborrea, quien adquirió el mote de “come candela” por su
coraje en el ejercicio periodístico, esperaba con amabilidad y una sonrisa a
los invitados en la entrada del establecimiento.
Tres redactores del noticiario,
Ramón Lora, Aridio Vásquez (actualmente diputado del PLD por La Vega ) y Alejandro Ureña,
llegaron retrasados y no pudieron compartir en el salón principal. Por esta
razón, tuvieron que concentrarse en uno contiguo muy pequeño.
Allí comenzaron a libar y después
de una intensa jornada alcohólica no estaban atentos al desarrollo de la fiesta
que se realizaba en el salón principal.
En la madrugada cesó la música de
la orquesta y el silencio llamó la atención de los tres periodistas, quienes, de inmediato, se trasladaron al salón principal pero allí sólo quedaban los
mozos reorganizando las mesas, las sillas y los “bandboys”, vale decir en español,
los muchachos de la banda, recogiendo los instrumentos de la orquesta.
Cuando salieron al parqueo observaron
que sólo quedaba el vehículo de transportar los instrumentos y el automóvil del
administrador del Montevideo Bar.
Se miraron y hasta se afligieron
porque en esa época no existían los taxis ni los celulares. Luego, se
trasladaron hasta la carretera Licey-Santiago a esperar, por lo menos, “una
bola” o un “aventón”, como usted
prefiera llamarle, pero no fueron afortunados.
Después de una larga espera, al “filo”
de las cuatro de la madrugada y en estado ebrio, decidieron, a regañadientes,
“viajar” a pie de Licey a Santiago. Amaneciendo, ya cansados y ebrios, llegaron a la
rotonda de la avenida Salvador Estrella Sadhalá y Juan Pablo Duarte. Allí se
despidieron y Aridio Vásquez abordó una “voladora” con destino a la ciudad de la Vega , donde reside; y Ramón
Lora y Alejandro Ureña “tomaron” un “carro pirata” que los transportó a la
parte baja de la ciudad.
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