Embajador dominicano le escribe a
Monchy Rodríguez desde Moscú
A mi
amigo Monchy Rodríguez…..
Cuando
un amigo se marcha sin decir nada…
O es
que el mar se lleva repentinamente parte
del alma.
No lo
sé….
Es tan duro saberlo que quema por dentro.
Tus
amigos no contábamos que fuera tan fugaz tu estancia en la madre tierra.
Noble
amigo, Te marchas dejando tantos sueños forjados…
¿Cómo
puede ser tan breve la vida?, para quien da tanto por ella…
Tan
poco lo sé…Son de esos enigmas que solo el gran creador puede descifrar…
Ya te
podrás imaginar el torrente
de dolor y llanto que causa tu súbita partida…
Cuando
se tiene una amistad sincera se piensa que es para la eternidad… Nada une más
al hombre que la batalla de las ideas…
Una
profunda herida se abre que solo con el devenir del tiempo podrá curar…
¡Quién
lo diría!, ayer celebraba un triunfo político y hoy yace en
la tumba…
Solo
nos reconforta saber cómo anduviste en rectitud por este mundo que nos deja..
Forjador
de sueños, procuraste siempre a la tierra arrancarle su fragancia en una mezcla
de luchas, siembras y cosechas…
Integro,
padre amoroso y ejemplar, gran amigo, transparente, sincero y honesto.
¡Qué
chiquito te queda este mundo!, y cuán
grande te veo junto al soberano Dios…
Jesucristo
os de espacio a tu noble alma, que bien ganada esta…
Por tus amigos que son muchedumbre, aquellos que admiran
tu alto sentido humano y que aturdido siente profundamente tu partida…
Yace
en Paz…
De José
Manuel Castillo Betances.
Moscú,
22 de Agosto, 2018.
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