Cosas de políticos: “Aló, Aló, no se escucha…
se cayó la llamada”…
• Por Ramón Lora
Es bueno recordar que no hay un ser más “sabroso” y complaciente que un político. La mayoría son cordiales y sonrientes, saludan y abrazan a ciudadanos sudorosos y hasta mal olientes, comen de pailas, "degustan" chicharrones en público, pastelitos, chorizos y hasta “perros calientes”, cruzan ríos con todo y zapatos, no respetan “pinta” para tomar café en cualquier recipiente, prometen de todo y nunca dicen que no. El rompecabezas comienza para seguidores y ciudadanos después de las elecciones, especialmente si son electos para una posición pública. De inmediato, raudos y veloz, cambian los números de teléfonos, finjen la voz para tomar una llamada, se esfuman de sus pueblos y cuando por “accidente” toman una llamada y se dan cuenta que es un “pobre diablo”, contestan, con simulado asombro: “Aló, aló, no se escucha…se cayó la llamada”…
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