Por una cultura que impulse la inclusión social
• Por: Johanna Benoit
benoit181182@gmail.com
• Johanna Benoit |
La ley 5-13 es la que garantiza la igualdad y oportunidades a todas las personas con discapacidad en la República Dominicana y, en su artículo 58, obliga al Estado a promover, proteger y asegurar el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La situación de las personas con discapacidad en nuestro país ha mejorado en los últimos años, sin embargo falta mucho por hacer.
Desafío
Una
de las grandes barreras que enfrentan las personas con discapacidad es el
desconocimiento que el sector empresarial y la sociedad en general tienen sobre
sus reales características, necesidades y potencialidades.
Rumaldo Enrique Vargas, por ejemplo, es un hombre de 45 años que tiene una discapacidad motriz, oriundo de la comunidad La Lomota del municipio Villa Bisonó Navarrete; graduado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que obtuvo el título de contador.
Para Rumaldo, de espíritu alegre, que goza de salud, con la fe puesta en alto, y que su familia es el pilar que le aumenta el ánimo combativo, su discapacidad física no ha sido impedimento para estudiar y colaborar con la cotidianidad, no solo de su hogar, sino de la implacable incertidumbre de vivir sometido al desprecio de algunos desalmados que ven en sus limitaciones físicas a alguien de poco valor social.
Su
testimonio de vida
Entiende que se debe generar igualdad de oportunidades. Él tiene experiencia laboral en control de calidad en algunas empresas de Navarrete.
Todos los dias se levanta con la esperanza de conseguir un empleo; tiene la visión de poner su oficina y prestar servicios desde la comunidad que lo vio nacer.
Rumaldo es un ejemplo de valentía, perseverancia. Entiende que pronto estará ejerciendo su carrera, pero su real empeño es que no exista la discriminación hacia las personas con discapacidad, que no imperen barreras para su inserción. Aboga porque existan mejores condiciones para las personas con cierta discapacidad en la República Dominicana.
Es una tarea pendiente impulsar mejoras, un compromiso de aunar esfuerzos de coordinar políticas públicas, involucrar los sectores de la vida nacional y asumir los desafíos que impiden la participación plena y efectiva en los espacios públicos y privados.
La eliminación de barreras, cumplir con las leyes, humanizarlas, que se garanticen sus derechos, lenguaje incluyente, igualdad de condiciones y accesibilidad al entorno.
República Dominicana adolece de una cultura de inclusión social; se necesita un esfuerzo mucho mayor para abordar los esquemas del sistema social.
Educar y empoderar a los representantes de medios de
comunicación que juegan un rol importante en la difusión de informaciones,
constituye una herramienta valiosa para lograr el objetivo del cambio mental
que deberá producirse en el país.
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