Ramón Lora

Quejas por los altos costos de las medicinas y los 
honorarios médicos

/ Rainfo 

SANTIAGO, República Dominicana.-Una gran cantidad de pacientes de esta ciudad norteña “pegan el grito al cielo” cada día debido a los altos precios de las medicinas y de los honorarios médicos.

Y agregaron que la situación se ha agravado tanto en los últimos tiempos, que a veces no pueden comprar los medicamentos a pesar de que sufren de enfermedades crónicas y terminales, como son la diabetes,  la hipertensión arterial, el cáncer, entre otras.

En el caso de los honorarios médicos, dijeron que la situación se insoportable, pues a pesar de que muchos  tienen seguros médicos, las diferencias por el cobro de las consultas son muy elevadas. Hay médicos que cobran hasta tres  mil.

Una fuente confiable dijo que los médicos han tenido que aumentar sus honorarios porque las ARS pagan muy poco dinero por las consultas y otros servicios.

A su juicio, lo peor del caso es cuando tienen que ir  por emergencias a clínicas privadas en estado delicado, pues, les exigen depósitos económicos excesivos que ponen en peligro sus vidas.

Ciertamente, en Santiago, hay clínicas que han enviado circulares a sus salas de emergencia, donde advierten a su personal que deben exigir depósitos entre cincuenta, cien y hasta trescientos mil para ingresar a un paciente, dependiendo de su  condición de salud.

En caso de internamientos, especialmente en el área de cuidados intensivos,  la situación es más compleja, porque hay clínicas que cobran entre cien y doscientos mil cada 24 horas.

Expresaron que la mejor opción para los pobres son los hospitales, pero acudir a ellos es un grave peligro debido a que casi nunca hay  medicinas y los servicios médicos se prestan con negligencia.

A juicio de los pacientes, es urgente que el Gobierno, a través de sus instituciones correspondientes, proceda a controlar los altos precios de las medicinas y formalicen acuerdos con los médicos para que sus honorarios estén más ajustados a la realidad socio-económica de la mayoría de los dominicanos.